Hace un mes, el 18 de noviembre para ser exactos, Crunchyroll anunció a través de su canal de Youtube el lanzamiento para 2023 de un juego, en formato físico, para Game Boy. No obstante, no estuvieron finos a nivel de márquetin, puesto que se limitaron a decir que cerrarían las resevas en un mes y mostraron un trailer de 43 segundos dónde apenas se enseñaba 6 segundos de game play (no es broma, los he contado):
El juego, que huele a GB Studio por todas partes, será fabricado (que no programado) por Limited Run, pero con una particularidad: Saldrá en dos colores. Los usuarios que compren el juego a través de la web de Crunchyroll recibirán un cartucho de color naranja, mientras que los usuarios que lo compren a través de Limited Run lo recibirán en color azul.
Había otra diferencia y es que a pesar de ser los dos modelos fabricados por Limited Run, los gastos de envío son mucho más caros desde la web de Crunchyroll: Comprar el juego y enviarlo a Europa salía por $84,99 ($44,99 del juego + $40 de gastos de envío), mientras que hacer lo propio desde Limited Run sale por $63,64 ($44,99 del juego + $7,11 de envío + $10,94 de aduanas). En pocas palabras, la "chorrada" de querer comprar el cartucho en color naranja encarrecía el precio final en $20.
En fin, el caso es que Crunchyroll cometió un error bestial de márquetin: Anunciar que las reservas se cerrarían en apenas un mes (poniendo como fecha límite el 25 de diciembre) y no haber mostrado ningún tipo de game play. Estamos diciendo que básicamente esperaban que los fanáticos de Hime (mascota de esta plataforma de streaming especializada en ánime) compraran un juego a ciegas (sin saber nada acerca de su jugabilidad o historia) para una consola que lleva descatalogada 20 años (su último modelo se dejó de fabricar en 2003)... y pasó lo que tenía que pasar: Nadie quiere comprarlo.
Y bueno, con el objetivo de incentivar las ventas, Crunchyroll empezó a mandar mails a sus millones de usuarios el pasado 21 de diciembre del estilo "ésta es tu última oportunidad para reservar el juego":
Y ese mismo día, mientras se mandaban esos mails, Crunchyroll puso a Hime a jugar a su propio juego en un directo de Youtube. Sí, habéis leído bien: A falta de 4 días para cerrar las reservas, Crunchyroll por fin se dignó a mostrar cómo era el juego:
El directo duró apenas dos horas y media en las que Hime se pasó aproximádamente el 40% del juego y donde dejó frases para la posteridad del estilo "se parece al Zelda, creo" ("it's kind of Zelda, I guess", tras llevar jugadas unas 2h20).
No obstante, la campaña de mailing y haber mostrado a Hime jugando a su juego no han servido para reavivar las ventas, por lo que Crunchyroll acabó optando por un tercer plan que incluye dos medidas:
- Ofrecer un 5% de descuento (lo cual es absurdo, puesto que los gastos de envío siguen siendo enormes y a lo mejor toca pagar también aduanas).
- Aplazar el cierre de las reservas al 29 de enero (es decir, un mes más tarde de lo previsto)
Nota: Un servidor tiene reservada la versión de Limited Run.
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