Bibliografía:
- DanStormX (Youtube): https://www.youtube.com/watch?v=THPmUlIiEdM
- Umaru-chan (Youtube): https://www.youtube.com/watch?v=XIIHWNhg6D0
- Ask John: Why is Manga So Much More Expensive in America Than in Japan?: https://www.animenation.net/blog/ask-john-why-is-manga-so-much-more-expensive-in-america-than-in-japan
- Ramén para dos: https://ramenparados.com/ivrea-aclara-ms-detallles-de-su-subida/
- La casa de él: https://www.lacasadeel.net/2022/03/la-subida-de-precios-de-panini.html
Mushoku Tensei #1, con sus precios de venta al público oficiales en Japón, Francia, España y Estados Unidos.
En los últimos años varias editoriales de manga han ido aumentando el precio de sus publicaciones en España y documentándome sobre las posibles razones, varios foros y canales de Youtube arrojan un denominador común: La crisis del papel. De hecho, basta con buscar en internet "crisis del papel" y nos encontramos con miles de resultados destacando que el precio de esta materia prima a ido aumentando de forma considerable por toda Europa desde aproximadamente septiembre de 2021, afectando a varios sectores, en especial las editoriales (libros, revistas, períodicos, mangas, cómics) y márquetin (trípticos, catálogos, tarjetas de visita, etc).
Y bueno, esta entrada empezó como una especie de estudio sobre en cuanto afectaba la crisis del papel en la venta de mangas, pero conforme iba indagando iba descubriendo cosas que me han ido sorprendiendo y en las que no había pensado en un inicio, sobretodo comparando la inflación del precio del manga a nivel internacional y cómo han ido combatiéndola las distintas editoriales de otros países para adapterse a los sobrecostes.
Pero partamos del inicio, la crisis del papel: Según Umaru-chan (youtuber), "Natalia, del proyecto Komorebi, me compartió el otro día que si un taco de folios de esos que tenemos por casa, si valía dos euros hace un año, ahora cuesta 4 (...). Imaginaos que por cada tomo una editorial se lleva dos euros de beneficio (ejemplo inventado), pero si dos euros es lo que ha aumentado el coste de producción, pues la editorial no gana nada, se queda a cero o incluso a pérdidas".
Ahora bien, como usuario este tipo de noticias o afirmaciones me han sorprendido bastante, puesto que soy consumidor de mangas desde hace ya unos 20 años y a pesar de la inflación o de las subidas de costes de producción, rara vez he visto subidas en los productos finales. Han habido a lo largo de estos 20 años, pero no han sido subidas gigantescas. Lo que sí que he notado es una degradación en determinados tomos: Lo vimos con el fin de Glénat en España (antes de ser comprada por EDT, la editoral francesa impuso una reducción en los costes de impresión a su filial española) o lo sufrimos con Ivrea en los últimos años (con papel más fino y peor guillotinado y entintado).
Así que viendo que algo no cuadra, lo primero que he hecho es contrastar con mi propia colección: Por poner un ejemplo, Claymore es una serie que he tardado 16 años en completar. El primer tomo lo compré en 2006 a un precio de 7,50€. Y estoy seguro de que era el precio de la época puesto que mi comiquero de confianza escribió su precio a lápiz en la primera página.
A lo largo de estos 16 años, Claymore ha pasado por distintas editoriales: Glénat España empezó a distribuirla hasta que fue comprada por EDT y más tarde Shueshia (propietaria de los derechos) no le renovó el contrato y le otorgó la distribución a Norma Editorial. Si os interesa el tema, tengo una entrada dedicada a ello (
https://www.elgeneralfailure.com/2022/08/norma-editorial-vuelve-imprimir-los.html).
El caso es que en este 2022 ha habido una reimpresión de los tomos 26 y 27 de Claymore (los dos últimos). ¿Cuanto créeis que valen? Pues 16 años más tarde y con una calidad similar al primer tomo, estos números siguen valiendo 7,50€.
¿Pudiera ser que hubieran abaratado costes y que los materiales fueran peores? Ejem, no. Las impresiones de Claymore han vivido tiempos más oscuros: Todos los tomos de Glénat posteriores a diciembre de 2010 sufrieron de un abarratamiento bestial en su producción, ofreciendo sobrecubiertas que se amarillentan y papel de peor calidad... y esa mala calidad se mantuvo hasta el nacimiento de EDT, quienes volvieron a apostar por la impresión de calidad.
Ejemplo de la etapa oscura de Glénat: Atentos a las distintas tonalidades del logo entre los tomos 15 y 18 y el amarillamiento de la sobrecubierta del tomo 20.
Pues algo no cuadra, ¿cómo es posible que se siga publicando un manga durante 16 años y que en plena crisis del papel cada uno de sus números siga teniendo el mismo precio durante esos 16 años? Quiero decir, retomando el ejemplo de Umaru-Chan, que hizo pasar las palabras de Natalia como suyas: Si el papel ahora vale el doble y el margen de beneficio no es como para tirar cohetes, ¿por qué una reimpresión de Claymore no es más cara?
De hecho, visto el resultado también hice el mismo ejercicio con otras series de primera edición de mi colección: Welcomme to the NHK, Gantz, Battle Royale, Death Note... Y salvo las reediciones en formato kanzenban (más grande que el original), absolutamente todas han mantenido el precio original.
Welcome to the NHK en 2006: Precio de venta recomendado de 8,50€.
El precio está marcado en la esquina superior izquierda.
Welcome to the NHK en 2022: Precio de venta recomendado de 8,50€.
Amazon incluso le baja el precio a 8,07€.
¿Cómo podemos explicar esto? La lógica sería que 16 años más tarde el precio de las reimpresiones de todas estas series hubiera subido, pero no sólo se mantiene si no que gracias a las ofertas de las tiendas como Amazon parece que incluso son más baratas. De hecho, para encontrar alguna reedición más cara tenemos que toparnos con algún cambio de formato, como las ediciones Deluxe de Battle Royale (IVREA) o la Maximum de Gantz (Panini). Estas ediciones son reimpresiones en un formato más grande, tanto por el tamaño de sus hojas (10.16 x 20.32 cm vs 18.5 x 28 cm) como por su número (200 páginas vs 400 páginas). Aunque realmente este formato sigue siendo un ahorro, puesto que estás comprando el equivalente de dos tomos por unos 15,00€ donde antes pagarías 17,00€ (8,50€ x 2 tomos) y encima en un formato más agradable para el lector (con letras y dibujos más grandes).
Pues ante la duda, hice un segundo ejercicio: Buscar el papel de impresión más vendido en Amazon y comparar su precio a lo largo de los últimos años. Está claro que no se trata del mismo papel que usan las imprentas de manga, pero lo hago para entender el ejemplo de Umaru-Chan.
Y vemos que tiene razón. Si miráis la barra temporal del gráfico que comparto arriba, se aprecia que desde septiembre de 2021 el precio de este producto se ha disparado. De hecho, con esta gráfica es muy fácil identificar el momento exacto donde se produce la famosa "crisis del papel" y queda en evidencia que sí, que la crisis del papel es real.
Ahora bien, ¿cuánto impacta el precio del papel en el producto final de un manga? Pues podemos hacernos una idea su buscamos las versiones Kindle de éstos. Editoriales como Norma Editorial están empezando a apostar por este formato y los márgenes de beneficio deberían de ser parecidos entre las ediciones físicas y digitales. Por ejemplo, si pillamos el primer número de "Aquella vez que me convertí en un Slime" (me encanta Rimur Tempest) y al precio de venta recomendado de la edición física (8,00€) le restamos el precio de venta en Kindle (4,99€), podemos deducir que el precio de impresión y de distribución a tiendas es de 3,00€ por tomo. Y no incluyo en esos 3,00€ el margen de beneficio de las tiendas puesto que Amazon ya aplica un porcentaje similar en la venta del formato Kindle.
Ahora bien el primer tomo vale 8,00€, pero el último número de esta serie salió a la venta con un precio de venta recomentado de 9,00€, conservando el mismo precio en su versión de Kindle. Aquí estamos hablando de que en tres años (el primer tomo salió en 2019), el coste de impresión y distribución habría pasado de 3,00€ a 4,00€ (es decir, un sobrecoste del 33%).
Esto es muy revelador, porque si la versión de Kindle conserva su precio, nos aclara que el aumento de precios no va ligado ni a la traducción, ni a un encarecimiento del coste de la licencia (pensemos en el derrumbamiento del euro frente al dólar), ni a las subidas del salario mínimo (las traducciones suelen ser externalizadas a terceras empresas o freelancers).
Pensad que esos 4,99 tienen incluídos el IVA y las regalías que exige Amazon (del 35%). Es decir, por cada tomo digital, 20 céntivos se van en IVA (4% en libros digitales), 1,68€ se van a Amazon y Norma se quedaría con apenas 3,11€. Dentro de esos 3,11€ entraría el margen de beneficio y los costes de traducción, maquetación, alquiler de la licencia y la adaptación a Kindle (que no es escanear y darle a un botón). Así que por cada tomo físico o digital que compréis a Norma, pensad que seguramente se esté llevando de beneficio neto de entre uno y dos euros (cálculo hipotético).
Con ello, entiendo que el sobrecoste es exclusivo a la fabricación y distribución de las ediciones físicas y aquí tenemos tres principales sospechosos:
- La crisis del papel: El precio de la materia prima se ha disparado.
- La crisis eléctrica: Las imprentas no funcionan con hámsters dando vueltas en ruedas.
- La crisis de la gasolina: A pesar de los subsidios, el precio de llenar un camión con mangas y transportarlos a tiendas no es el mismo que antes de la invasión rusa a Ucrania.
Por suerte, tanto el precio del papel como el de la electricidad se están estabilizando (que no mejorando). Por otro lado, la crisis de gasolina parece que irá para largo.
Pero volviendo al principio, ¿por qué Claymore sigue valiendo 7,50€ 16 años más tarde? Bueno, Norma Editorial se encontró con una traducción, rotulación y maquetación ya hecha por Glénat y EDT y al ser una serie "vieja", seguramente el precio de alquilar la licencia a Shueshia a día de hoy será muy bajo. En pocas palabras, Norma Editorial habría estado obteniendo unos márgenes de beneficios obscenos con series como Claymore y ahora ese 33% de sobrecoste de impresión y transporte estarían siendo absorvidos sin problema alguno, por lo que sus reimpresiones segurían teniendo el mismo precio mientras se respete un porcentaje mínimo de beneficio (hablo de forma hipotética, no puedo asegurarlo). Y entiendo que esto pasaría también con el resto de colecciones clásicas (Gantz, Death Note, Welcome to the NHK...) debido a que se tratan de series ya muy rentabilizadas, donde los gastos típicos de una nueva serie estarían ya más que amortizadas (traducción y rotulación).
También es posible que la industria de la impresión haya evolucionado durante estos 16 años, aplicando nuevas técnicas y tecnologías y permitiendo abaratar los costes de producción sin necesidad de recortar en materiales. No obstante, esto no explicaría por qué únicamente las series "nuevas" están subiendo de precio.
Entonces, a pesar de estar en un escenario de subida de materias primas, nos encontramos con dos situaciones: Colecciones clásicas con un precio de reimpresión congelado en el tiempo, que estarían más que rentabilizadas y que han mantenido el precio de venta al público congelado durante más de 15 años. En esas colecciones, el margen de beneficio habría sido tan obsceno, que las editoriales podrían permitirse mantenerlos así a pesar del incremento de sobrecostes; Y nuevas colecciones donde el margen de beneficio es tan reducido que no permite absorver el incremento del los distintos sobrecostes.
Ahora bien, si estas tres crisis que estamos hablando son globales a nivel europeo e incluso peores a nivel energético para los países del norte, ¿nuestros vecinos europeos también están sufriendo estas subidas? La lógica nos indica que si España es de los países de la zona Euro con menos inflación (6,7% vs 10,1%) y encima a ellos se les agrava la crisis energética, nuestros vecinos deberían de tener subidas más altas.
Así que vamos a hacer un ejercicio y comparar el precio de "Aquella vez me convertí en Slime" en Francia (que según Eurostat tiene una inflación internaual del 7,1%), UK (10,7%), Alemania (11,3%) e Italia (12,6%). Os advierto que los resultados os sorprenderán.
Para empezar, en lo que se refiere a Kindle, Francia aplica una política distinta a España: Los primeros tomos son mucho más baratos que las novedades. De hecho, en Francia se pueden conseguir los primeros tomos de esta serie en formato digital por apenas 1,99€ y tienen un IVA algo superior en comparación con España (5,5% vs nuestro 4%). Por otro lado, las novedades son bastante más caras, teniendo un precio de 5,99€. Más que un problema de inflación, parece una especie de gancho: El precio estándar son los 5,99€ y bajan el precio de los tomos viejos a 1,99€ para que nuevos lectores lo compren, se enganchen y acaben comprando el resto de la serie
No obstante, el resto de países tienen una política similar al nuestro. Ahora bien, el precio de este formato se sitúa en 3,49€ para Italia (el país con más inflación de los que he nombrado), 3,99€ para Alemania (el segundo con más inflación) y £4,79 para UK (unos 5,50€). Esto resulta muy llamativo por varios factores y el más notorio es que Alemania e Italia tienen unos precios de risa en comparación con España. Y no es que esto se explique con el IVA, puesto que España aplica apenas un 4% de IVA a los libros electrónicos, mientras que en Alemania este impuesto es del 7%.
Seguramente esta diferencia de precio se deba al número de habitantes de cada país (al tener más habitantes, más unidades se pueden vender y por consiguiente mejores precios pueden ofrecerse), pero no he encontrado ningún estudio que confirme esto, por lo que esta afirmación sólo puede ser hipotética. Además tampoco serviría como teoría, puesto que Francia tiene bastante más población que España y el formato kindle es más caro ahí.
En lo que se refiere a los mangas físicos, váis a flipar: El más barato de todos los países es Italia, vendiendo los tomos con un PVP de 4,90€, después sigue sigue Alemania (con un PVP de 7,00€), después Francia (con un PVP de 7,65€) y por último tenemos UK (con un PVP de £12,99, que equivalen a casi 15,00€). Estos precios además se habrían mantenido estables, sin ningún tipo de subida desde la publicación del primer tomo hasta la publicación del último tomo de cada país.
Vamos, en pocas palabras, exceptuando al Reíno Unido, nuestros mangas son más caros en comparación con los países de nuestro entorno. Y bueno, el caso de Italia es bastante llamativo, puesto que son precios similares a los que puedes encontrar diréctamente en Japón (recordemos que encima las editoriales japonesas se ahorran el coste de alquiler de licencia, al ser los propietarios de ellas y que además se ahorran el precio de la traducción).
Ahora bien, históricamente la calidad de nuestros mangas suele ser mejor. No sé si tenéis mangas extranjeros, pero es raro encontraros con mangas impresos fuera con granulado de página similar y con la misma calidad de entintado. En mi caso poseo mangas franceses, japoneses y américanos y la calidad del manga impreso en España es bastante superior.
Por poner un ejemplo, debido a motivos laborales, empecé a comprarme la edición francesa de Ataque a los titanes en los distintos aeropuertos de París. Y lo primero que me llamó la atención es la tonalida del papel: Se trata de una especie de papel amarillento, parecido al reciclado y muy similar al empleado en los perídicos, nada que ver al blanco impoluto al que estamos acostumbrados aquí. De hecho, me recuerda al viejo papel barato utilizado en libros para estudiantes como "El Mundo de Sofía". Entonces puedo decir que sí, que los mangas franceses son más baratos, pero si puediera elegir compraría antes uno hecho en España.
Manga francés vs manga español. El papel empleado en Francia es más amarillento y su granulado es distinto.
Realmente no es que el debate sea que el papel empleado en Francia sea malo. De hecho, es el mismo tipo de papel que podemos encontrar en los mangas japoneses y americanos. Símplemente el papel empleado en España es superior. Y habréis notado que he remarcado los mangas americanos... puesto que los pobres estadounidenses son los que se llevan la peor parte.
Un servidor posee varias colecciones de Seven Seas y Kodansha (editoriales que distribuyen en Estados Unidos) y el lector americano tiene todas las de perder. El papel empleado es de peor calidad que el que emplean en Francia, los mangas no suelen traer sobrecubiertas (muy típicas en Europa) y el precio suele ser de escándalo (unos 13 dólares por tomo). Es decir, pagan mucho más que los europeos y reciben un producto de peor calidad. Entiendo que parte del enorme precio radica en que las empresas cuentan con una única imprenta y que desde esa imprenta empaquetan y distribuyen hacia todos los estados de USA y Canadá. Es como si hicieras un manga en Alemania y lo distribuyeras por toda Europa continental y tuvieras que asegurarte que el precio de venta final en Berlín sea el mismo que en Moscú, Atenas y Dublín sabiendo que el coste de envío al punto de venta más alejado será el que marque el precio final.
Por otro lado tenemos Japón, con unos precios que rompen todos los récords (hablamos de últimas novedades a 4 euros). Básicamente tienen unos 120 millones de habitantes repartidos en un área muy pequeña (en kilómetros cuadrados es similar a Alemania e inferior a la Francia continental). Esto les permite crear un gran volumen de mangas impresos a repartir en una área no tan grande. Es decir, imaginad un país con más del doble de población que España, que no requiere de traductores ni de pagar licencias a terceros y que encima imprimen con materiales de baja calidad: Pues eso es el mercado japonés, fabrican mucho y a bajo coste.
Aún así, esto no busca ser un llamamiento a "qué bonitos son los mangas impresos en España"... Puesto que indagando me he encontrado con el sorprendente caso Alemán: Mangas de 7,00€ que cuentan incluso con páginas a color. ¿Véis estas páginas a color que muestra abajo la review de un usuario alemán? Pues en España esas mismas páginas están en blanco y negro.
Entonces, quisiera compartiros las conclusiones a las que he llegado tras este estudio:
- La crisis del papel no parece haber afectado a los otros países de nuestro entorno, no obstante, parecen estar usando materiales de peor calidad.
- Los mangas de colecciones clásicas no parecen estar afectadas por la crisis del papel, puesto que pueden absorver este sobrecoste debido a que están más que rentabilizadas: En esta entrada hemos mostrado series que en 16 años no han variado su precio.
- Es bastante probable que las imprentas sigan apostando por reeditar viejos clásicos en formato kanzenban porque, a pesar de la crisis del papel, segurían arrojando más margen de beneficio que las series nuevas.
- Las editoriales sin imprenta propia (es decir, las que externalizan el servicio) son las que más están sufriendo el sobrecoste de la crisis del papel.
- Si sabes italiano te recomiendo que le des un vistazo a los mangas impresos en ese país. Son los más baratos de nuestro entorno y desde Amazon España sus gastos de envío son gratuitos para los usuarios con prime.
- Estados Unidos es una distopía, pagando precios absurdos por mangas impresos en materiales de pésima calidad. España difícilmente puede llegar a ese escenario debido a la situación actual de competencia: Muchas editoriales de manga compiten en calidad y en precio y no se aprecia un claro monopolio en lo que concierne a las principales licencias.
¿Qué nos depara el futuro? Pues yo apostaría a que todo dependerá de cómo avance la crisis energética. Por ahora se aprecian dos tendencias:
- Editoriales como Norma que intentan mantener la calidad pero subiendo el precio de las nuevas series.
- Editoriales como Ivrea que intentan mantener el precio reduciendo la calidad del producto final.
Y bueno, la evolución de las ventas durante el 2022 hará que el resto de editoriales acaben inclinándose hacia uno de los dos modelos. Ahora bien, viendo a los países de nuestro entorno, parece que la decisión de Ivrea es por la que más se está apostando.
Off-topic: ¿Rímuru, Rimuru o Rimur?
Si sóis amantes de "Aquella vez que me convertí en slime", habréis notado que en el manga distribuído en España al protagonista se le llama Rimur, mientra que en el ánime de Crunchyroll le llaman Rimuru. Ahora bien, ¿cómo lo llaman en el resto de países? Bueno, pues en Reino Unido y Alemania le llaman Rimuru, en Francia le llaman Limule, en Italia le dicen Limur y en España le llamamos Rimur.
La fonética correcta es muy discutible, puesto que los japoneses no saben pronunciar palabras que acaban en R, T o D. Esto hace que si intentan pronunciar algo que acabe en esas consonantes le añaden una especie de "u" al final. También tienen dificultades para pronunciar la L al principio de palabra, por lo que lo que seguramente el nombre correcto sería más bien Limur o Rimur. Se ve que Francia, Italia y España han apostado por este tipo de teoría, mientras que Reino Unido, Alemania y Crunchyroll han optado más bien por escribir el nombre "tal cual" lo pronuncian los japoneses.