¡Un millón de gracias!

    Han pasado casi 15 años desde que empecé a escribir este blog y ha llovido mucho desde entonces. Entonces era un estudiante que se encontraba acabando sus estudios. Más tarde comencé a trabajar de becario, como responsable de una sala de libre acceso y hoy estoy en un puesto de team leader de un extraordinario grupo de arquitectos IT. Por el camino me casé, fui padre y he ido conociendo a muchísimas personas maravillosas que provienen de todo el mundo.

    Todo esto viene a raíz de una pequeña cosa, que ni siquiera me había dado cuenta que estaba a punto de cumplirse: Hoy, este modesto y desmonetizado blog ha alcanzado la friolera cifra de un millón de visitas. Sé que no puede parecer mucho a simple vista, pero siendo sinceros, soy un fulano cualquiera. Y bueno, aunque el blog esté desmonetizado, que sepáis que en su día llegué a tener incluso ofertas de una determinada casa de apuestas que quería poner su banner… Pero la decencia es la decencia y de haberla aceptado nunca hubiera dormido tranquilo.

    No es la única anécdota, tengo miles. Como aquella vez en la que me contactó una lectora asustada tras leer una de mis entradas, porque pensaba que la policía la perseguiría por acceder al ordenador de su difunta expareja (aquella vez aprendí a limitar mis entradas sobre temas legales y a aconsejar más el uso de abogados); O aquella vez en la que una pareja de bloggers me reconoció y me saludó en una manifestación en Valencia; O incluso la vez que el notario de un inquilino de mi padre (que en paz descanse) me contactó por el formulario de la izquierda porque no conseguía ponerse en contacto con él; O como la veces que recibí ofertas para programar un clon de Menéame o un clon de PC Fútbol; Si incluso hice una app para encontrar por internet a la que sería mi actual pareja que acabé publicando aquí;

    Por todo esto y mucho más, gracias.