El Consell abandona a su suerte a los enfermos mentales

Tal y como aprobó en diciembre el gobierno valenciano, desde el 1 de febrero los medicamentos dejan de ser gratuitos para los discapacitados, incluidos los enfermos mentales y las personas con un grado de discapacidad superior al 65%.

Noticia publicada ayer en el diario 20 Minutos:

Para haceros una idea de la gravedad de la situación, os voy a ejemplificar con un pariente mío que sufre de esquizofrenia. Un esquizofrénico puede tener una vida normal siempre que este esté bien tratado, pero en este caso mi pariente no puede trabajar debido a que tiene reconocido un grado de discapacidad del 65%. Este reconocimiento le otorga una pensión mensual de 300 euros, una cantidad insuficiente para poder vivir dígnamente.

El caso es que le han dado a entender a él y a sus padres, puesto que con semejante pensión y grado de discapacidad no puede vivir solo, que en el futuro tendrá que pagar el 40% de los medicamentos que necesita para poder ser una persona "normal". No es que le moleste arrimar el hombro para ayudar a levantar este país, es sencillamente que hasta la fecha el Estado le pagaba unos 5.750€ en medicamentos cada medio año. O lo que es lo mismo, cada seis meses tendrá que pagar unos 2.300€ para poder seguir recibiendo su tratamiento. Con unas matemáticas simples veréis que 2.300€ cada medio año equivalen a 383,33€ mensuales. Es decir, gastará más en medicamentos de lo que recibe como pensión.

Pero su caso no es el único, puesto que varios compañeros del centro social al que acude con regularidad le han comentado que estudian dejar sus tratamientos para poder seguir cobrando su pensión. Es lo lógico, la gente tiene el defecto de necesitar comer. El caso es que a diferencia de otras enfermedades, un enfermo mental no puede sustituir sus fármacos por otros "genéricos" o más baratos. Todo el que tenga un pariente que es enfermo mental sabrá que el simple hecho de cambiar de medicamento puede traducirse en una crisis nerviosa con dolorosas consecuencias y que por regla general los psiquiatras sólo cambian los medicamentos cuando creen que es realmente necesario o cuando están realmente seguros de que les ofrecerá una mejoría.