Vaya día más marciano

Este sábado era el cumpleaños de un amigo y prometía ser un día perfecto. Pero no fue así. El primer suceso me pasó antes de cenar: Android se me volvió muy inestable y tuve que restaurarlo... perdiendo la agenda  de contactos completa.

Aún así no todo fue malo. El Valencia ganó su partido y tenía cine gratis... puesto que como manda la tradición el cumpleañero paga las entradas de cine. Vimos "Balada triste de Trompeta", graso error. Una película bizarra a más no poder, con un guión alocado que raya lo absurdo. Mi cara al acabar la película era un poema... sólo diré que es una película a evitar.

Al salir del cine tuve que acompañar a uno de mis amigos a su casa en Benimamet, que está a las afueras de Valencia, cerca de Paterna. Hasta ahora ningún problema. Pero en el viaje de vuelta, en la incorporación de la ronda norte veo que al finalizar el carril de aceleración (a menos de cien metros delante mío) un coche hace un trompo y se queda parado con el morro del coche mirando en sentido contrario. Adelanto al vehículo y me percato que el coche sigue parado. Dejo mi Ford Fiesta en el arcén de la autovía, pongo las luces de emergencia, me saco el peto reflectante y con un par salgo a ver si se encuentran bien. Eran dos mozos, algo más jovencitos que yo, que por suerte estaban ilesos. Símplemente al estar lloviendo la pista estaba resbaladiza, perdieron el control del volante y se dieron este susto impresionante.

Llego al portal de mi casa a las 3:30h de la mañana, voy a sacar las llaves... y no hay llaves. No las tengo encima. Toco al timbre hasta que mi hermano se levanta y me abre. Al entrar en mi habitación ahí estaban, desafiantes, encima de mi mesita y mirándome con recelo.