Más juegos de PC de finales de los noventa

Sería injusto dar por concluída la entrada anterior sin profundizar en otros grandes juegos que aparecieron a lo largo del ciclo de vida de mi primer ordenador. Realmente hubo muchísimos títulos destacables, pero si me pusiera a hablar sobre cada uno de ellos nunca acabaría. Así que he preferido escribir sólo un par de juegos más en esta entrada. :)

Blade Runner

Westwood nos trajo a finales del 97 una aventura gráfica basada en el éxito de taquilla de 1982. Disponía de espectaculares gráficos, una gran libertad de acción, una excelente banda sonora y más de una decena de finales. Por desgracia fue muy criticado por su escasa duración: En una sola tarde podías finalizar el juego por primera vez. Eso sí, era altamente rejugable, una característica imposible de encontrar en las aventuras gráficas de hoy. Le tengo mucho cariño a este juego, sobretodo por el excelente trabajo de doblaje al castellano que recibió.

Shogo: Mobile Armor Division

Un año más tarde Monolith nos presentaba el primer juego que hacía uso de su motor Lithtech (que posteriormente se utilizaría en juegos como F.E.A.R, Alien vs Predator 2 o Matrix Online). En Shogo tomábamos el control de Sanjuro, comandante de la United Corporate Authority. En esta historia, con fases que recorríamos a pie y otras encima de un mecha gigante, deberemos de vengar la muerte de tu mejor amigo, de tu novia y de tu hermano, además de salvar el mundo. Mucha presión para una sola persona, ¿verdad? En España el juego llegó de la mano de Dinamic Multimedia y doblaron el juego al castellano con el mismo reparto de Blade Runner.

Fury³

Y para terminar os dejo con Fury³, otro juego que me impactó bastante. Si mal no recuerdo, este título de 1995 me lo comparía en 1999: Me regalaron la Encarta 97 al comprar el juego en Alcampo. Habéis leido bien, me regalaron la Encarta al comprar este juego (lo lógico sería que me regalaran un juego al comprarme una enciclopedia, ¿verdad?). Era un juego bastante adictivo, básicamente por que tenía una música pegadiza y era muy fácil de manejar. Hasta un mono de feria podría aprenderse los controles en una hora. Realmente era un título bastante malillo, pero permanecerá en nuestros corazones etérnamente. De hecho, me compré un gamepad sólo para jugar a esta "joya".