Cómo gastarse el dinero público en algo inservible

Cerca de mi casa, en vísperas de elecciones Europeas, apareció un cartel mágico del PlanE en la zona de "El cuadrado". Este cartel informaba que las reformas llevadas a cabo serían financiadas por el estado español (y no por el Ayuntamiento). Como nota anecdótica diré que en ese momento no se estaba llevando ninguna obra y que los costes de los carteles suelen ser superiores o equivalentes a lo invertido en las reformas.

"El cuadrado" estaba formado por dos canchas grandes: una de fútbol y otra de basket. Esto hizo que la zona situada en la Isla Perdida (Valencia) rápidamente se volviera popular entre los jóvenes. Digo estaba por que el 1 de Julio empezaron las famosas obras para remodelarlo, dejando a los jóvenes sin poder usar las instalaciones deportivas durante sus vacaciones.

Una vez finalizadas las obras el 31 de Julio, se pudo apreciar que las dos grandes canchas se dividieron en 6 pequeñas: una de basket, dos de ¿patinaje? y tres presumiblemente para fútbol. No obstante han metido la pata estrepitosamente:

• Han cambiado el tranquilo y relajante color verde de las instalaciones por un salmón chillón y extremadamente llamativo que altera la vista.
  
  
• No han puesto porterías. Tener canchas para presumiblemente jugar al fútbol... sin instalar porterías es la mayor estupidez que se ha visto en la vida. ¡Y más si antes de hacer las obras las canchas tenían porterías!

No obstante, para solucionar el problema se ha decidido por pintar áreas blancas en las paredes: ¡volvemos a la época de Atari, cuando las raquetas de tennis eran barras blancas!

La utilidad de estas marcas "blancas" que simulan ser porterías es más que cuestionable. Tienen un área demasiado pequeña, por lo que resulta difícil hacer un gol. Se ve que hacerlas más grandes habría sido antiestético. Y una vez que entra el balón, ¿cómo definimos si el balón ha entrado o ha chocado contra el "poste" (que en este caso el poste será virtual)? ¡Queremos porterías! ¡Esto es una chapuza!