¿Te gusta conducir?

Eran las 11 menos 20 de la mañana. Yo buscaba sitio para aparcar... cuando una chica me para y toca mi ventana. Bajo la ventanilla y me comenta:

- Hola, no me arranca el coche, me fallan las baterías. No te importa que use tu coche para arrancar el mio?

Aprecio que su coche es un volvo rojo, y del año de la picor.

- Bueno, vale... ¿tienes las pinzas?
- Sí, ahora las saco.
- Ok, eleva tu capó.
- Er... es que no se como hacerlo.
- ¿Y eso? ¿El coche es de segunda mano?
- Sí... bueno... antes era de mi hermano, pero no le puedo llamar ahora.

Me asomo dentro de su coche... no veo ninguna palanca debajo del volante, ningún botón al lado del cambio de marchas, ningún dibujo de "abrir capó" cerca del volante... salgo de su coche, miró el capó... ningún mecanismo que lo abra manualmente...

- ¿Seguro que no le puedes llamar? No tengo ni idea de como va tu volvo.
- Es que mira que te cuento, lo que pasa es que el coche ahora es de mi padre, y me he venido a Valencia sin su permiso, y si se entera de que se lo he cogido pues me va a hechar un pollo.
- Ejem... ¿y no tienes el teléfono del taller al que suele ir tu padre ni nada?
- Espera que mire...

Me saca los papeles del coche, el seguro, los partes amistosos...

- Esto tiene que ser el seguro (me enseña algo de Mafre).
- Sí, lo más sencillo sería que llamaras ahí.
- Sí, pero no quiero que mi padre se entere. Bueno, conozco a alguién con un volvo y podría preguntarle como abrir el capó, pero es que salía con él y no quiero hablarle.
- Ok...
- Espera que llamo... ¿Dónde tengo el móvil?

Se ve que encontró el número del taller al que suele ir su padre, y pregunta a alguien sobre como abrir el capó.

- Sí, si estoy con un chico, y me está mirando el coche... y no sabimos abrir el capó. Sí, hemos mirado ahí. Ahí también... y ahí...
- Oye, yo lo siento, pero son las 11 casi y tengo que entregar un trabajo.
- Bueno, gracias.
- Adios.