En resumidas cuentas Bayonetta es un juego que ha pasado sin pena ni gloria por Occidente, hasta el punto que su gran número de existencias produce que te lo regalen al comprar el Vanquish. Y así llegó el juego a mis manos, un amigo se compró el Vanquish y me revendió el Bayonetta por tenerlo repetido.
Tras haberlo finalizado, estoy sin palabras. Sin duda el juego perfecto existe y se llama Bayonetta. Y si no es el juego perfecto, sin duda roza la maestría. Sólo me surgen ahora dos preguntas: ¿Cómo es que SEGA, archiconocido sello de juegos mierda de Xbox y PS3, ha conseguido distribuir en esta generación un juego tan increíble? ¿Y por qué demonios no le han dado más publicidad?
Y ahí está la trampa. Este juego es lo que es, gracias a la desarrolladora Platinum Games. Me atrevería a decir que esta empresa es a los videojuegos lo que Tarantino es al cine. Cabe recordar que bajo sus manos nacieron otros títulos de culto, como el Madworld de Wii o el reciente Vanquish.
Vale, dejemos de especular. ¿Qué encontraremos en Bayonetta? Un clon de Devil May Cry, pero con una chica pechugona de prota, donde destrozarte las manos a base de botonazos no se traduce en sufrimiento, si no en placer ante los magníficos combos y efectos especiales que hace gala el juego. El motor es simple, pero su calidad y definición son espectaculares. El guión puede que peque de ser absurdo, pero cuando te enfrentas con dragones gigantes, ángeles y dioses... se le perdona.
Plataforma: Xbox 360, PS3.
Precio de venta recomendado: 29,95€
PEGI: +18 años.
Nota: Obra maestra.